Por Real Decreto-ley 20/2011, de 30 de diciembre, publicado en el BOE de 31 de diciembre de 2011, el Gobierno del Partido Popular ha aprobado un primer paquete de medidas presupuestarias, tributarias y financieras para la corrección del déficit público. En concreto, las medidas tributarias aprobadas, que son las que aquí interesan, afectan a las materias y normas siguientes:
-Pago fraccionado del Impuesto sobre Sociedades (art. 7 RDL 20/2011).
-Tipos de gravamen del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (art. 8 RDL 20/2011).
-Tasas en materia de telecomunicaciones (art. 9 RDL 20/2011).
-Supresión de la compensación equitativa por copia privada (canon digital: disp. ad. 10ª RDL 20/2011).
-Modificación de la LGT: arts. 1, 5.3, 17.4, 28.6, 29 bis, 35.6, 62.6, 65.6, 68.5, 80 bis, 81.1 y 2, 83.1, 95.5, 106.2, 177 bis, 177 ter, 177 quater, 177 quinquies, 177 sexsies, 177 septies, 177 octies, 177 nonies, 177 decies, 177 undecies, 177 duodecies, 177 terdecies, 177 quaterdecies, 181.1.g), 203.6 y disposición adicional decimoséptima (disp. fin. 1º RDL 20/2011).
-Modificación de la Ley 36/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las Leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio (disp. fin. 2ª RDL 20/2011).
-Modificación del Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades, aprobado por Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo (disp. fin 3ª RDL 20/2011).
-Modificación del Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de no Residentes, aprobado por Real Decreto Legislativo 5/2004, de 5 de marzo (disp. fin. 4ª RDL 20/2011).
-Modificación de la Ley 3/1992, de 2 de diciembre, de Impuestos Especiales (disp. fin 6ª RDL 20/2011).
Vistas en su conjunto las medidas arriba relacionadas, es fácil advertir en las mismas una consecuencia y una finalidad: en cuanto a la consecuencia, no sólo no se abandona el viejo vicio de ir complicando cada vez más la normativa tributaria sino que se ahonda en el mismo; y en cuanto a la finalidad, parece evidente que la misma se concreta en un notable incremento de la presión fiscal. En todo caso, las medidas en cuestión no auguran nada bueno.
José Ignacio Rubio de Urquía