Estos días se ha confirmado, por parte del Gobierno, algo que se venía sospechando largo tiempo: la reforma del sistema de financiación local no se va a negociar junto con la reforma del sistema de financiación autonómica. Y no sólo eso, sino que, además, la reforma de las Haciendas Locales queda aplazada hasta el 2011; lo que tampoco sucederá entonces, pues es ese un año electoral local.

Con ello, permanecerán sin resolver a medio plazo muchos de los graves problemas que aquejan al sistema tributario local, como por ejemplo: la sujeción a tasa municipal de los servicios de telecomunicaciones y del comercio electrónico, en general; la sujeción al IBI de las instalaciones sometidas al régimen especial, parques eólicos y huertos solares principalmente; la reordenación de la materia imponible constituida por la actividad económica; la fiscalidad medioambiental de los vehículos de tracción mecánica; la inclusión o no de la maquinaria en el ICIO; la valoración de los terrenos en el Impuesto de Plusvalías; y, en fin, multitud de cuestiones atinentes a la aplicación de los tributos locales.

Tan largo aplazamiento de la reforma de las Haciendas Locales puede tener como objetivo, entre otros, el de habilitar tiempo para que las CCAA con nuevos EEAA, especialmente alguna de ellas, puedan promulgar su propia legislación en la materia. Sea como fuere, la noticia es mala para todos.

J.I.R.U.